Tanto palabrerío.
Parecía que ahora no había nada mas por decir, pero si eso era así, dejaban de existir. Su ser era eso... solo palabras.
Tratando de imitar al viento, reconoció su oído en el horizonte y le susurró: es hora de que me toques la piel.
'Todo preludio tiene un final' me dijo alguien alguna vez.
ResponderEliminarMuy bueno. El tacto, lo sensible vs. las palabras.
ResponderEliminarSaludos
Exactamente eso, lo sensible vs las palabras. Gracias Germanico
ResponderEliminar