sábado, 6 de septiembre de 2008

Lo efímero.




Me dejó la música.
Tomé el colectivo para recorrer mejor el tiempo que me sobraba. Gusto de viajar largo. Me quedó la maña de cuando vivía en Matanza y recorría a diario el largo camino al microcentro porteño. Casi nunca leo, siempre miro, observo, imagino. Es un placer que no me niego.
El frío me heló las manos y no pude despegar de pensar en lo efímero de las cosas. Cada vez más efímeras pero siempre dejando rastro en la piel. Como el sueño, tres segundos antes de despertar, solo tres segundos.







* Ramona vive su vida. Antonio Berni

2 comentarios:

  1. eso se lo debemos al glorioso 180x155

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  2. Claro que si!! De Lisandro de la Torre y Panamá a Corrientes y Callao con un millon de escalas.
    Beso MAr!!

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