Yo también tuve un papá.
Uno que de tan imperfecto y dañino,
lo deseché en un descuido más que la historia tuvo conmigo.
Ese descuido, abrió la ventana y el aire me entró cual bocanada de fuego
Y salí de esas garras de hipocresías, abusos
y Disney Word que nunca llegaba…
Un descuido que mas que “des” fue un “me cuido”
Una certeza clara, aquella tarde de invierno
- uy que tranquilo se respira el aire-
acostada en mi cama
dandole la teta a mi primogénita mujer.
Con esa misma mirada que me prometía no decir nunca nada.
Mire a mi al rededor,
-acá me bajo-
Este bondi no me lleva
Este bondi me usa de rueda
Este bondi necesita de mi carne para funcionar
Y yo acá me bajo.
Papá se quedó arriba
Y a los años se estrelló.
Con la soledad y la plena conciencia de haber sido un monstruo.