jueves, 14 de mayo de 2009

Ovillos

Se pasó día y medio desenredando los ovillos de lana. El gato Alfonso se había encargado de hacerle lío en toda su canasta de ovillos. A ella la caracterizaba la entereza para enfrentar este tipo de situaciones catastróficas. Calentó su té de frutillas y no paró de desenredar hasta que le quedó el ovillo de lana roja.
El rojo era su color predilecto. Además ese ovillo tenía un fin especial. No tiene nada de especial ser bufanda, pero no era lo que iba a ser sino para quien sería.
El invierno iba a ser largo y siempre una bufanda que nos abrigue la garganta y además ahuyente la envidia no le iba a venir mal.
Era un regalo. Un regalo para ella. Hace unos años que se puso a tejer y destejer millones de bufandas. Algunas las había regalado, otras, simplemente, las había tirado.
La bufanda roja era para su cuello, era el regalo que se tenia preparado.
Hoy era ovillo, mañana sería bufanda.
El rojo es un buen color, pensó.

2 comentarios:

me dicen m. dijo...

amo el rojo
bien pasional, bien sentimiento beso Alin queridaaaaa

Alin dijo...

El rojo es un buen Color, pienso...
beso M!!