sábado, 23 de mayo de 2009

ai nid iu

Y ya sabia que tenia y debía partir solo esta vez, pero verlo en aquella situación, con todo su malestar a cuestas les costaba mucho. No decía demasiado lo que necesitaba pero necesitaba y ella creía que todo lo que pudiera darle no iba a alcanzar. Se hizo la hora, como cuando tiene que detenerse el tiempo en el abrazo pero siguen pasando los minutos y él partió con su maleta pesada de meses. Se suspendió en el aire para amortiguar los golpes que lo esperaban, compró chupetines para endulzar el amargo de su garganta.
Ella camina hasta el colectivo, ella siendo ella, le dice buenas noches al colectivero, que queda pasmado ante el saludo. La puta que se baja en flores, el médico que sale de la guardia, el papá con su hijo que hablan del locro del 25. Todo se hace espeso, el viaje tarda mas de lo habitual y siente que le faltó decirle algo. No sabe bien que cosa, no lo sabe.

Estaré acá, con lo que tengo, esperándote.

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