Ayer tuvimos un deseo con Tato, un deseo que nos llevó a recordar los cumpleaños con patis y coca en jarra. La pista era más chica que en ese entonces, pero lo demás estaba igual.
Ayer con Tato patinamos sobre hielo, compramos medias y media hora que nos alcanzó para sentir el placer de ser patinadoras de fríos intensos. Suponíamos que íbamos a caer acto seguido a tocar el hielo, pero como en la bicicleta, los pies se nos acomodaron solos y empezamos a dar vueltas como el resto de los mortales que acompañaron nuestro andar casi perfecto. Perfecto para nosotras, que lo hicimos por que simplemente tuvimos las ganas de hacerlo.
Un poco del brazo y un poco solas patinamos en esa pista llena de imperfecciones, como nosotras.
Después caminamos a casa, como descalzas, donde nos esperaban los mariachis con canciones románticas y chocolates.
Ayer con Tato patinamos sobre hielo, compramos medias y media hora que nos alcanzó para sentir el placer de ser patinadoras de fríos intensos. Suponíamos que íbamos a caer acto seguido a tocar el hielo, pero como en la bicicleta, los pies se nos acomodaron solos y empezamos a dar vueltas como el resto de los mortales que acompañaron nuestro andar casi perfecto. Perfecto para nosotras, que lo hicimos por que simplemente tuvimos las ganas de hacerlo.
Un poco del brazo y un poco solas patinamos en esa pista llena de imperfecciones, como nosotras.
Después caminamos a casa, como descalzas, donde nos esperaban los mariachis con canciones románticas y chocolates.
a cumplir deseos chiquilina!
ResponderEliminarel sábado q viene nos vemos en winter!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarouuu iea!
ResponderEliminarahí estaremos.
ay que lindo patinar sobre hielo! hace mil mil mil qeu no lo hago!
ResponderEliminarM querida! te recomiendo que lo hagas es una actividad sin igual.
ResponderEliminarbesos hermosa!!