martes, 14 de abril de 2009

Bicho raro

Se siente tan rara, tan rara. Ayer cenó con ella, otra vez. Cuantas veces se lo había intentado decir? Ya no lo recordaba. Empezó a sentir como se le cruzaban las palabras y los pensamientos. No lo digas, es mejor. Decir siempre termina en desastre. Desastre el de su lengua, anudada, adormecida. Cuando algo salía de su boca, empezaba a desconfiar. Confianza la que nunca tenía por portar una lengua traviesa que nunca terminaba con palabras. Palabras, las que nunca decía por temer que su ropa se desprendiera de su cuerpo. Su cuerpo, frágil instrumento, que expresaba los deseos. Deseos, tres deseos y un ojalá para no perder la costumbre. Costumbre, la de sentirse rara, tan rara cuando su lengua se desataba. Ahí desnuda, pensaba..

... Bicho, lo dicho, dicho está.

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