sábado, 15 de marzo de 2008

se me olvidó que te olvide


Vos de hombres que no se hacen cargo de sus actos sabes demasiado, le dijo Silvia y fue a abrir la puerta. Marita, pasmada, descolocada, se puso a pensar en todos ellos. Papá, el Abuelo, Germán, Esteban, quien más… se preguntaba. No encontró demasiado pero lo suficiente para darse cuenta que algo en ella debía restablecerse,

reencontrarse,

transformarse.

Silvia, vuelve, enciende el cigarrillo y le dice, ¿en qué estábamos? Marita llora y responde, en que no sé como hacer para empezar a vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario