Tendría que empezar todo otra vez.
Tendríamos que mirarnos como si nunca antes lo hubiésemos hecho.
Tendríamos que desearnos como si no lo siguiéramos haciendo.
Tendríamos que buscarnos las manos,
tu mano en mi boca y mi mano en tu nuca
Hermosa, me dirías, si todo volvería a empezar
y yo me lo creería,
como ya me lo creí antes.
Yo esta vez diría mucho menos, casi no diría nada.
Es que no quiero decir mas nada.
Me gustaría sentir tu mano,
que me hables al oído,
que me violentes contra esa puerta,
que pase el tren y el viento de escalofrío,
que me pases,
que no se te pasen nunca las ganas de mirarme.
Nunca.
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