domingo, 23 de diciembre de 2012

Silvia

Hoy suelto la mano, 
despido el espacio,
abrazo a quien lo habita.

Antes, con las manos sangrantes,
suplicaba que nada sucediera,
que nada más sucediera.

Ahora, aquí en mi montaña,
miro la piel que me contiene
y respiro lo que vendrá

Qué alivio que no paró el mundo,
qué alivio que las cosas siguieron sucediendo.

El ánimo siempre de mi lado
y mucha fuerza en los bolsillos.