miércoles, 25 de febrero de 2009

Mosquito


y al final uno se piensa
que es grande
y es chiquito
chiquito como el mosquito
que picó mi pierna
después la tuya
y se fue
Dicen que los mosquitos se mueren al rato de haber picado

yo no les creo
Sucesiones de ilusiones
y las nubes están tan grises hoy.
Me bajo del avión de la ilusión

ajusto los cordones para no perder el calzado *mia foto. nube gris
y corro.

sábado, 21 de febrero de 2009

Chiao...



Saqué la tierra de todos los rincones y limpié cada uno de los recuerdos, para guardarlos.

Las mismas cosas toman hoy otra ubicación y marcan hoy otro destino.

Me despido, de este nicho que armamos juntos.

Nosotros ya nos despedimos hace rato.

Te dejo ir ahora sacando tu propia tierra por que decidiste dejarla para ensuciar más aun mi olvido.

Siempre te resultó más fácil cerrar la puerta y despedirte. Siempre era yo la que tiraba lo que no servia.

Así fue con todo.

Hoy armé un casa nueva, limpié, enceré como los hacia vos.

Y aquí me tienes, entera.

No me amedrentó la tierra rebelde ni mi alergia a la lavandina

Dejé todo reluciente

Tierra nueva se posará en el piso, en los muebles, en mi cuerpo.

Tierra mía.

El tiempo es otro.



* Fermín, Luis Alberto Spinetta.


miércoles, 18 de febrero de 2009

El tema es que...

Ignacio intentó explicar lo que Sara nunca entendería. Pero intentó, aunque ya supiera que no iba a conseguir nada. Sara se aguantó solo los primeros cuarenta y cinco segundos sin hablar. E interrumpió.

- Ignacio, dejame que te pregunte…

Pero Ignacio retomó como pudo el hilo conductor de su monólogo y escupió

-El tema no es que te quiera mucho, poco o nada. El tema es que no se cómo. No encuentro un espacio para compartir contigo. No es mala voluntad, es que no me sale…no se me ocurre… no se… tampoco lo tengo tan claro.

Silencio.

Cuarenta y cinco segundos

- Ya lo sabia, le dice Sara, la peor Sara, la soberbia.

- Y entonces por que tantas explicaciones me pedís!!??

- Por que quería que me dijeras vos que no te ibas a animar…

- ah claro… ahora esto es un tema de miedo, no?

- me parece que no hay, acá, otra cosa mas que miedo… no se… que ves vos?

Ignacio intento escapar de esa respuesta, pero los ojos de Sara hacían con él lo que querían.

Sara tenía un pelo renegrido y unos ojos verdes especiales, pero lo especial no era el color sino el gran tamaño de sus ojos. El siempre le dijo que así se veía más, que ella con esos ojos tenía una ventaja. A ella le costó siempre, tanto, creerle.

- Miedo se le tiene al cuco, Sara, yo hablo de otra cosa- Ignacio, ya estaba ofuscado

- De que hablas, no te entiendo…

- Sabia que me ibas a decir eso, lo sabia-

- Que es lo que sabias? Que no te iba a dejar ir hasta que me digas que carajo te pasa? – Sara estaba enojada, no lo estaba logrando, el se estaba despidiendo de la peor manera… sin decir nada. Ella estaba segura de lo que a él le pasaba, a él no le pasaba nada, absolutamente nada.

Esa era su fantasía, la más fácil de todas las fantasías posibles. Ignacio sentía demasiado pero nunca encontraba las palabras para poder expresarlo. No se animaba, como le había dicho Sara. No se animaba a decirle que la otra noche cuando se encontró solo en su casa pensó invitarla, pero no se animó. Que la otra tarde, al salir de la oficina, pensó en llamarla solo para ver como estaba, sin ninguna propuesta bajo el brazo, solo para escucharle la voz. Tampoco se animó. Y que el otro día mientras cocinaba se imaginaba que ella le alcanzaba los elementos y conversaban y compartían el vino y los besos. Pero como le iba a decir una cosa así, por dios. El sentía que si hablaba se caía el mundo, que si hablaba quedaba desnudo frente a ella y eso lo incomodaba, lo mal predisponía a cualquier otra cosa.

- Sabes qué, Sara?

- Qué?

- quisiera que te vayas ahora mismo

- bueno, me voy

Sara cerró la puerta y putió, lo maldijo. No le había dicho nada. Tampoco ella se había animado a decirle que la otra noche cuando se encontró sola en su casa pensó invitarlo. Que la otra tarde, al salir de la oficina, pensó en llamarlo solo para ver como estaba, sin ninguna propuesta bajo el brazo, solo para escucharle la voz. Y que el otro día mientras cocinaba se imaginaba que el le alcanzaba los elementos y conversaban y compartían el vino y los besos.

El pollo quedó en el frezeer

El vino sin destapar

Hay veces que se dice lo que se siente, otras no.

lunes, 16 de febrero de 2009

nosé

Llueve
y el sapo se morfó las ganas
y mis hermanas están lejos.

No nos dimos cuenta
hasta que sucedió

No hubo terremoto
ni fin del mundo
ni ocho cuartos

Solo me crucé con tus brazos
me acomodé
me dormí

la lluvia lavará la piel?

miércoles, 11 de febrero de 2009

Hotel media estrella.

Noche de bichos,

serenata de sapos.

A unos metros el Paraguay.

Salté encendida de la cama,

me atacaron las hormigas.

Picazón de sarampión.

Que se venga el día

Que se vaya el miedo.

Y el sapo se come al bicho,

como el miedo a las ganas.

domingo, 8 de febrero de 2009

Escapismos


Rápido, arribo a destino seguro.
Cerrá la puerta.
Sí, sí, ya salió.
No mires.

Entrás
ahora nadie se da cuenta
estas a salvo
y tu alrededor te rodea

Pared,
cocina,
sillón,
mesa.

Rápido, salir de nuevo.
Portás la calma mentirosa.
Entregada a destino incierto
Enredada con el aire.

En el agua.

jueves, 5 de febrero de 2009

Quién Fué?

Quizás era solo eso
Llenarse los ojos
Vaciar los míos
Qué te pensaste?

por que temer?
No había nada.
Qué pensaste
Qué viste en mis ojos
Hipócrita
pensar algo así?
hipócrita sin necesidad
No había pedido nada.

Avisaste lo que nadie te había preguntado
Lo que nadie había sentido

Increíble
Imposible
Incomprensible

Cuando deberíamos estar disfrutando
De los mil pesos en bolsillos rotos

De los mil besos en la boca.

domingo, 1 de febrero de 2009

"Arrebato, eran mucho para mí"

Hurto,
robo,
arrebato.

El vacío,
desnuda lo implacable
y cuidás lo que más querés

es solo guita, pensá
están bien, pensá

Es la última, pensá.

Pienso.