domingo, 31 de agosto de 2008

Sesión

- Y bueno esa es más o menos la situación con Roberta…

- Usted es un caso extraño, verdaderamente me deja sin palabras. ¡¿Acaso no le es más dificultoso sostener la posición de desapego que sincerarse al fin?!. ¡¡Apegarse, apretarse!! Eso, es lo que usted necesita Señor, ¡¡ por dios!! ¿Acaso no pensó que la modernidad lo ha convertido en un nadador experto en el mar de los descompromisos?. Que cosa mas sencilla que un buen apretón de manos, de cuerpos, piénselo… lo suyo es serio. Usted, me extraña, libre pensador en varias disciplinas, militante de causas comprometidas. Compromisoo, ¿que pasa? ¿Acaso no es eso lo que usted le pide al sistema? ¿O será que es eso de lo que usted no puede liberarse del sistema?. Un sistema descomprometido como este, produce seres como usted. Señores, inteligentes literatos de la ciencia y mil habladurías pero solos. ¿Me escucho? ¡S-o-l-os! Piénselo, el triunfo no es suyo, no le gana a nadie perdiendo la simpleza de las palabras de amor, ¡esas!, sí esas que se le ocurren y no dice por quien sabe que fuerza misteriosa.

Por hoy terminamos, no tengo mas para decirle, usted me deja sin palabras.

Perplejo, ante la verborragia de su analista, Roberto tomó sus cosas y partió
Caminó unas cuadras por el sol, buceo en su diccionario y no encontró una sola palabra para explicarse.
Se miró las manos y pensó: quizás esta sea la única forma.

viernes, 29 de agosto de 2008

Mejor


sin cena con las pibitas
sin mi pequeña
sin ropa limpia

el sol ya se fue
la fiebre tambien

jueves, 28 de agosto de 2008

Y esto será siempre así, quedándote o yéndote...*

La enfermedad no me deja tregua, las costillas y la mandíbula son las estrellas del dolor hoy. Ando tirado queriendo imponerme actividades mínimas. No las puedo sostener. No hay té que alivie mi garganta, ni mantilla de calor que me acerque ese que me falta.

Hoy me levante decidido a contratar un acompañante terapéutico, prefiero hombre pensé, para no enamorarme. Levantarme decidido no implicó traccionar esa decisión matutina en acción. Y así se esta yendo el día, las páginas doradas a la espera de que las recorra, el sillón en el mismo lugar de siempre y yo arriba, con mis pocos kilos, incomodándolo. Así me estoy yendo yo, con todo en el mismo lugar.


*Spinetta, Luis Alberto.

martes, 26 de agosto de 2008

El recuerdo.


*Ramona levantando pesas. Antonio Berni

Pañuelos blancos, machuscados, mojados, se desparramaban por todo el piso. Ella, desde la cama, los lanzaba con la seguridad que alguien los levantaría. Segura de si misma, sabía que solo ella pondría orden en su piso de madera. No lloraba, solo sentía esa desazón interna que se siente cuando se espera algo y nunca llega. Esa espera, diosa de la paciencia, la desesperaba. Desde la cama planeaba las estrategias, siempre equivocadas, para que llegue. No era demasiado lo que pedía era solo esa mano, ese calor,
esas pocas palabras.

Traía mil veces el recuerdo que se estaba desvaneciendo.

El recuerdo nuevo, las primeras horas recuerda la sensación, la calidez del momento, de la piel, de los cuerpos y a medida que pasa el tiempo se va transformando en foto, estática, rígida, es como un recuerdo sin recuerdo. Ella hoy pasaba por eso, por más fuerza que hiciera, ya no podía sentir. Apretaba los ojos acudiendo a la memoria de su piel para sentir, recordar, la áspera sensación de su caricia y no llegaba.

Enojada, limpiaba los mocos de su nariz y arrojaba un pañuelo más al río de su piso.

Imposible detener el paso del tiempo

lunes, 25 de agosto de 2008

Jugamos?

Simple
ideal
dan
artilugio
ritmo.

Imán
manos
atar
tesoro
existe.

Xilofón
ironía
rasgo
amar
mamar.

Amar
reliquia
estaca
sol
Olga.

Linterna
intermitente
necesito
elefante
libidinoso.

Invierta
no
oír
importantes
matracas.

Aun
usted
sabe
amar
muy?



Frase

Frente a quienes hoy me paro, digo que no considero necesaria tanta terquedad, tanta rigidez al reconocer las propias limitaciones.
"¡¿Qué necesidad?!" es una frase que ultimamente utilizo mucho. Casi todos los días, siento o padezco la sensación de que no hay frase mas descriptiva frente a situaciones que transcurren frente a mis ojos. En algunas soy mera espectadora y registro la escena para que mi voz casi muda diga la frase "¡¿Qué necesidad?!" En otras, me increpan de frente personas o lugares que buscan cierto refuerzo de su personalidad minúscula. Y cuando mi cuerpo, increpado, se vuelve hacia otro lado mi voz susurra en los oídos del viento... "¡¿Qué necesidad?!"
Pienso que necesidad persiguen aquellos actos, palabras, situaciones y me hace pensar, útilmente, en que necesidades persigo yo. Pero esta frase viene acompañada de otra:
"¡¿Qué necesidad?!" que dios me guarde, me encierre y no me deje salir"

viernes, 22 de agosto de 2008

Me voy


Desde el silencio se aprenden tantas cosas... y se extrañan otras.
El silencio como lugar.

La espera como lugar.

Y un nuevo lugar, que no es ni uno ni otro y es los dos a la vez. Qué acción cabe en cada lugar.
La espera tiene acción?
El silencio tiene acción?
Cuál es lugar?

No son lugares pasivos o lo son desde la apariencia... puedo esperar sin hacer puedo guardar silencio sin dejar que se me llene la boca de palabras.
Entre el hacer y el pensar siempre hay un momento que me quedo sin acción...

martes, 19 de agosto de 2008

La soledad del Hongo.



Nunca antes me sentí tan lejos y tan cerca de todo.

Antes, nunca me lo había preguntado.

Sin imagen.
Sin señales .
Tan lejos como cerca.
Tan inexplicable como la mismísima realidad.

Lo dije una vez,
lo dije otra vez,
lo dije mil veces.
De una manera
de otra manera
de miles de maneras.

Asumí, gran parte del tiempo, que era mi función
no lo es.
Tarde me vi estrellada contra el piso de madera.
Y hoy suena el teléfono
piden que hable,
hable,
hable.

Lo dije, no lo digo más

lunes, 18 de agosto de 2008

Mareose.

El Niño devolvió su mareo.
El vómito buscó, lentamente, los pies de los demás pasajeros.
Su olor asqueó las narices
y los pies, negando aquel encuentro, se suspendieron en el aire.
Mágia,
equilibrismo
o malabarismo.

domingo, 17 de agosto de 2008

Se fue José.

Febo asoma; ya sus rayos
iluminan el histórico convento;
tras los muros, sordo ruido,
oír se deja de corceles y de acero.
Son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo;
el clarín estridente sonó
y la voz del gran jefe
a la carga ordenó.

Avanza el enemigo
a paso redoblado,
al viento desplegado
su rojo pabellón.
Y nuestros granaderos,
aliados de la gloria,
inscriben en la historia
su página mejor.

Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde, haciéndose inmortal;
y allí, salvó su arrojo
la libertad naciente
de medio continente,
¡Honor, honor al gran Cabral!


Marcha de San Lorenzo

Es la que más me gusta de las marchas


jueves, 14 de agosto de 2008

Como sí

Sonrisa, para ti
Qué mejor cosa tengo

Qué mejor arma
Qué mejor distancia que la de la ilusa amistad.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Mezcla

"la fosforescencia del cielo con la efervescencia del lodo.
La trasmutada fiebre del infierno con el apacible mundo de la vida"

Caterva, Juan Filloy

domingo, 10 de agosto de 2008

Pleamar.


Nada ansío de nada,
mientras dura el instante de eternidad que es todo,
cuando no quiero nada.


Oliverio Girondo
en Persuasión de los días

jueves, 7 de agosto de 2008

Señal

la distancia se traduce en señales
el tiempo se mide por silencios
la palma de tu mano y mi rodilla

Y como era eso de decir nada?
Y como era eso de no me olvides?

Silencio!
la nada es el olvido.

Débil: a las tres.

Salió del baño, no había prometido.
Se desplomó en el sillón y miró, otra vez, esa inmensidad que ya latía. Se paró, dió vueltas sobre ella. En la cocina, miró el cuadro, recordó la foto, escuchó sus palabras. Aún las escuchaba.
Tomó cuchillo y tenedor, plato y copa limpia. Descorchó otra botella.
Se asomaba de vez en vez para ver si seguía ahí. Y sí, tan real como compleja, seguía latiendo.
Decidió.
Con la servilleta en su falda empuñó el cuchillo que desangro la flacidez de la cosa. Comió uno a uno los pedazos pegajosos de esa realidad indivisible. Degustó en cada uno de ellos los tintes y lineas que antes no podía divisar.
La mesa ratona alojaba ahora solo los restos de la cena.
Ella, satisfecha de apetito y decisión perdió algunas lágrimas. Tomó dos copas más de vino. Débil para los alcoholes las cosquillas ya eran parte de su cuerpo.
Sin promesas, cerró los ojos.

lunes, 4 de agosto de 2008

Débil: a las dos.

Mareada, ebria ya. Tratando de complejizar lo complejo. Para volver a ser simple, pensaba, debería poder partir esta realidad. En cuántas partes. En qué niveles. Bajo qué criterios. Se enojaba fácil al darse cuenta que no podía separar nada de eso, todo se mantenía junto, indivisible por que una cosa llevaba la otra y así al infinito. Lloró, cansada, con la realidad en la mesa ratona y la botella casi vacía, comenzaba a desesperar.
Las lágrimas le trajeron tranquilidad y volvió a ordenarse. Se lavó la cara, los dientes y asomó la cabeza desde el baño mirando, como en la mesita, yacia todo junto ahí, pegoteado, pegajoso.
Se miró al espejo, - no prometas- pensó.

domingo, 3 de agosto de 2008

Débil: a la una.



Como otras veces se preguntaba como era posible entender tales acciones, tales actitudes. Si todo parece tan simple, si todo parece tan claro. Pero no, nunca la claridad y la simpleza estaban de su lado siempre emergían en lo mejores momentos las nebulosas de la confusión. Repasó lo hecho, reiteró en voz alta las acciones establecidas para cada caso y nada tiraba indicio de por que la nube densa y turbia se había posado otra vez sobre su cabeza.
Se fastidió, sirvió el vaso de vino y de un solo sorbo se lo bebió. Débil para los alcoholes, empezó a sentir la cosquilla en sus labios y se recostó en el sillón. El silencio invadía el espacio y ella se sentía resguardada, como en caja de cristal. Pasaron los minutos, volvió a pensar en lo mismo, volvió a servir el vaso, volvió a fastidiarse y esperó. Esperó, en vano, que se rompa ese silencio.
Lo simple había dejado ya de serlo.


viernes, 1 de agosto de 2008

Así estoy de tí

Con la misma intensidad que tienen los olores
Olores que se impregnan en la pared
Y la casa que no se sabe donde esta
No se sabe donde queda
Queda mucho de eso que dejaste
Gusto da saber que la mordida permanece en tu pantorrilla
Que la sal no la ha borrado
Que sigue ahí, intacta.


Colorada,
entumecida,
furiosa,
asqueada,
encendida.

Así estoy de ti.